Hoy en día WhatsApp es una aplicación de referencia para millones de personas en todo el mundo. Tanto así que ya estamos viendo cómo distintos comercios físicos, además de los emprendedores digitales más avispados, lo utilizan para relacionarse con sus clientes.
Por eso, el día de hoy queremos mencionar algunas de esas cosas que quizás no sabes todavía sobre WhatsApp, con el interés de darte a conocer sus ventajas y sus desventajas si quieres darle un uso más serio y profesional.
Se pueden leer los mensajes de múltiples maneras
Hay quien quiere leer mensajes en whatsapp sin dar aviso de lectura al emisor. También hay quienes quieren leer los mensajes sin abrir el chat, para que no aparezca su última hora de conexión.
Esto no debería ser un problema para nadie, ya que puedes desactivar tanto la confirmación de lectura como la última hora. La pega con esto es que no quieras desactivarlo porque necesites o desees conocer cuando algunas personas (por ejemplo: tus familiares, tus jefes o algún cliente importante) se conectan o te leen.
Ahora, sigamos con los puntos realmente conflictivos de WhatsApp si quieres darle un uso profesional… En especial si no lo separas del uso personal.
Los grupos de WhatsApp funcionan muy bien, pero…
Efectivamente, el primer punto conflictivo va a ser la función más explotada de WhatsApp: sus grupos.
Con las mejoras constantes que se introducen en esta aplicación, los grupos se han convertido en una forma muy socorrida para estar al tanto con toda tu familia, con tu cuadrilla de amigos y con tus compañeros de clase o del trabajo, por dar algunos ejemplos.
También hay personas que los utilizan a nivel profesional, pero no lo vemos muy recomendable. Lo que ganas en facilidad de acceso a tu audiencia (ya que muchísima gente conoce WhatsApp y lo usa a diario), lo pierdes en control del grupo.
Como administrador de un grupo, tus únicas opciones de control de lo que se publica es no dejar que nadie salvo tú escriba o eliminar a las personas que compartan cosas que contravengan el propósito y las normas del grupo.
A diferencia de Telegram, no puedes borrar los mensajes que sean motivo de infracción. Solamente el emisor de los mismos puede eliminarlos, y tiene un límite de tiempo para hacerlo. Pasado ese plazo, el mensaje permanece para todos en el grupo y solamente puede borrarse a nivel individual (tanto si eres el emisor como el receptor del mismo).
Una alternativa para el caos de los grupos: las listas de distribución
Si quieres contactar con un gran número de personas al mismo tiempo y hacerles llegar tus noticias, tus ofertas o cualquier contenido de interés para el que te hayan contactado anteriormente, tienes la opción de crear una lista de distribución.
Cada lista tiene un límite de 256 contactos, igual que para los grupos.
La única pega que tienen estas listas es que solamente van a recibir tus mensajes aquellas personas que tengan tu número guardado en su agenda de contactos. Esto las diferencia radicalmente de los grupos, pues en ellos ninguno de los participantes necesita tener guardado el número de los demás para poder escribir o recibir los mensajes del resto.
Y esta diferencia es, de hecho, su ventaja principal en términos de privacidad.
Muchos de los que hemos usado WhatsApp para estos fines hemos recibido quejas de personas que entran al grupo para cazar contactos y abordar en privado a los participantes; ya que, a diferencia de lo que sucede en Telegram, a los usuarios de un grupo de WhatsApp se les muestra tu número de teléfono real.
Claro que, por otro lado, si fuera necesario denunciar alguna conducta delictiva, esto facilita el hecho de identificar al sujeto y tomar acciones legales. Así pues, una cosa por la otra.
Puede darse el caso de que queramos cuidar la privacidad y evitar el spam, ya que no podemos controlar esta clase de conductas en WhatsApp sino censurando a los usuarios y aislándolos, en ambos casos por completo. Así que ahí las listas de difusión son nuestra solución.
Pero ojo con cómo escribas los mensajes que envías a través de ellas, porque un mensaje que envíes a una lista de distribución se recibe como si fuera un mensaje de una conversación privada entre ese usuario y tú.
¿Y cuál es el problema con esto? ¡Que puede minar la confianza y el interés de los receptores!
No hay ninguna clase de distintivo para estos mensajes, y al final la gente aprende a buscar signos que le revelen si ese mensaje es propaganda al bulto o es algo que has escrito para ellos. Así que ten cuidado.
No se pueden usar bots para automatizar la comunicación…
…excepto que tengas una cuenta de WhatsApp Business.
Las “herramientas de mensajería” a las que aluden en la información pública de WhatsApp Business son bots que automatizan parte de las respuestas e interacciones que debas tener con tus clientes.
Sin embargo, si quieres perder tu cuenta personal de WhatsApp, la manera más sencilla es utilizar un bot que automatice partes de las conversaciones que mantienes.
Curioso, ¿verdad?
A WhatsApp no le interesa tener mecanismos que faciliten el spam en su red. Y son muy cuidadosos con esto.
Por eso también dieron la opción de crearte una cuenta de negocios, con ciertos permisos y opciones que no tienen las cuentas personales.
Ahora bien, su principal pega es que te toca registrar un nombre de empresa para usarlas, y no puedes usar tu nombre. ¡Adiós, marca personal!
Y hasta aquí algunas de las funciones que los más de mil millones de usuarios de WhatsApp no suelen conocer o están empezando a descubrir.
Cuéntanos: ¿has descubierto algo nuevo que no sabías con este texto? ¿Sabes algo que podría ampliar y complementar lo que hemos compartido? ¿Usas WhatsApp con fines profesionales y te da buenos resultados?
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